A quién no le gusta un plato de chili calientito? En mi casa a todos nos encanta! Especialmente cuando es uno que no sólo sabe delicioso, sino que también está lleno de nutrientes. Esta es una manera perfecta para que los que no son amantes de los vegetales coman más de estos sin notarlo. Los amantes de los vegetales pueden cortarlos en pedazos grandes para disfrutarlos más pero si tienen niños (o adultos) que están en guerra con los vegetales, sólo pícalos en pedazos bien chicos y disfrutarán de su gran sabor y nutrientes sin ninguna queja.
- 1 cucharadita de comino en polvo.
- 2 cucharadas de chili en polvo.
- 3 ajos, picados finamente.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 1 jalapeño chico (sin las semillas), picado finamente.
- 1 cebolla, picada en cuadritos.
- 2 zucchinis, picados en cuadritos (puedes reemplazarlo por chayote).
- 4 tazas de frijoles rojos cocinados (2 latas aproximadamente).
- 2 tazas de frijoles negros (1 lata aproximadamente).
- 1 lata de tomates hervidos y majados.
- 1 taza de calabaza o zapallo picado en cuadritos.
- 2 tazas de agua o caldo de vegetales.
- 1 cucharadita de sal.
- Culantro al gusto.
- Sofreír el ajo, cebolla y jalapeño en aceite de oliva por unos minutos.
- Añade el zucchini, calabaza (zapallo), hongos, chili y cumin.
- Mezclar todo y cocinar por aproximadamente 5 minutos.
- Añadir el agua (ó el caldo) y el resto de los ingredientes.
- Tápalo y cocínalo a fuego lento de 20 a 25 minutos.